domingo, 22 de noviembre de 2009

BRILLO PARA LOS OJOS Y PESO PARA EL ESPIRITU (Pae Pablo de Oxala)

Una señora agradecida con un Preto Velho por haberla ayudado durante un período difícil en su vida, donde le había faltado la salud, estaba allí trayendo en sus manos un lindo reloj el cual deseaba regalárselo al médium que lo incorporaba.
-Meu Pai, yo sé que su hijo no tiene ...un buen pasar, vive con dificultades financieras y asimismo, viene aquí a realizar caridad. Por el bien que usted me ha hecho a través de él le pido autorización para obsequiarle éste presente.
-¡Salve Señora! Este Negro Viejo queda feliz de que Ud. haya sido ayudada a través de la mediumnidad de mi hijo, en cuanto al obsequio…
El médium que era médium consciente, en ese momento azotado por los elogios de aquella señora que tenía muchas posibilidades financieras, no pudo dejar de poner el ojo encima de aquel objeto, cuya belleza y calidad eran notables.
Sabía que estaba allí para prestar caridad, más no podía negar cuanto deseaba tener un reloj de aquella marca. En ese momento, en su interior se encendió una luz roja avisándole del peligro que significaba ese acto de codicia.
Ignorando todo lo aprendido que su Jefe le había transmitido durante tantos años de trabajo dejó que el deseo de poseer asumiese el comando de sus actos.
A partir del momento en que dejó que el brillo del metal lo fascinara, su mente que era racional, perdía el comando, dejando que el cuerpo asumiese los deseos de la ambición, creándose inmediatamente un campo magnético pesado, sacando por incompatibilidad vibratoria a la entidad que allí en ese cuerpo estaba trabajando.
-Y dijo: Entrégueselo a mi Cambón, que él se lo entregará a mi hijo. ¡Listo! Ya estaba hecha la estupidez.
Ahora envuelto por la soberbia, él continuó atendiendo a la señora fingiendo que la entidad todavía continuaba usando las palabras que comúnmente la entidad usaba.
Cuando ella se retiró, la sesión ya terminaba y los Pretos Velhos se despedían del Terreiro y de sus hijos. Esquivó las miradas intentando ignorar el grito agonizante de su corazón y la lástima de su protector.
Regresó feliz a su casa exhibiendo el reloj nuevo en su muñeca y con él puesto se fue a dormir.
Acostumbrado a trabajar en el Astral con su Preto Velho, en los sueños tenía recuerdos de las ocurrencias traídas a su memoria física, esa noche, nada soñó.
Por varios días se levantó con dolores de cabeza y ya quedaba intrigado por no tener más esos sueños, y además sufrir de insomnio. Una de esas noches de insomnio, dio mil vueltas en la cama e irritado se levantó. Se dirigió a la cocina a tomar un vaso con agua cuando sintió un soplido en su rostro, se estremeció e imploró a su Preto Velho temiendo estar atormentado por algún Kiumba. Regresó a la cama y rezó pidiendo protección hasta lograr adormecerse, al instante logró percibir la presencia de su Preto Velho, su Protector y del rostro del Preto corrían dos lágrimas.
Intentó hablar con Él más había una barrera entre ambos que impedía la comunicación, se levantó asustado y pensativo. Su corazón le avisaba que había cometido una gran estupidez, pero ¡El reloj era tan bonito!
Durante todo el día, la imagen de aquellas lágrimas no salían de su mente y el reloj comenzó a pesar en su brazo, ¡Su conciencia era quien pesaba!
En la semana siguiente en el día de sesión de Pretos Velhos en el Terreiro, incorporó normalmente y cuando se sentó en el banquito para iniciar las consultas, Pai José actuó en el centro de su fuerza de tal manera que lo dejó semi-inconsciente.
Llamó a su Cambón e hizo lo mismo con la señora que había obsequiado el reloj aquel día y le pidió que sacase el reloj de la muñeca de su médium
y lo colocara en la caja de donaciones que tenía el Terreiro con el siguiente mensaje anexado *"Sugiero que éste objeto sea rifado para recaudar fondos para la casa. Firmado: "Pai José"
El dirigente informado de lo que había sucedido con la caja de donaciones fue hasta el Pai José:
-¡Salve Meu Pai José! Éste reloj es de su hijo y de no ser así sería de su Cambón, el Señor lo está donando asimismo para la casa.
-*Después de la Tumba, Hijo mío, no se usa más contador de horas. eh eh eh
-Pero su hijo está vivo y precisa de el.
-Estoy de acuerdo con Usted, Negro Viejo en lo que no está de acuerdo es de la manera en que lo consiguió.
- Lo que yo mandé al Cambón hacer es sugerir la donación, al final, mismo estando muerto continúo haciendo caridad ¿Verdad Hijo? Si van a aceptarlo es otra historia...
-Mi Hijo, el médium en el que incorporo, aceptando el pago por un trabajo en el cual el sólo fue una herramienta, está vendiendo lo que es más sagrado y que recibió en esta encarnación "SU MEDIUMNIDAD".
-Si hoy lo autorizo para recibir un reloj, mañana viene otra cosa y después otra… y voy a acabar perdiendo mi médium por unas cuantas cosas materiales que de nada valen, sólo son brillo para los ojos y peso que acerca a los hijos a la perdición.
El médium estaba en su semi-inconsciencia recibiendo el consejo de su Preto Velho, no dejaba de registrar las sabias palabras en su cerebro físico y de avergonzarse por la actitud materialista que tuviera.
Cuantas veces a través de él, Pai José aconsejó a otros médiumns que nunca hay que vender lo que de gracia recibieron.
- Nuestro Señor Jesucristo cuando entró en Jerusalén montado en su burro fue recibido como un Rey, con Glorias y Miles de Flores, cuando una linda joven surgió de la multitud para regalarle un ramo de rosas diciendo que eran para el Reino de Dios, el Divino Maestro le respondió que si quería realmente servir al Reino del Cielo trajese una vasija con agua para el burro que lo había traído que estaba extenuado por tanto caminar. Entonces la joven entendió que Jesús quería de ella apenas la bondad de su corazón, el servicio y la humildad.
- Así también Él desea que nosotros, sus hermanos aquí en la tierra, podamos servir unos a los otros sin preocuparnos por el pago, pues el nos será dado a través de la ascensión de nuestro espíritu.
- Si mi Hijo, de libre y espontánea voluntad resuelve quedarse asimismo con ese objeto, nada más me resta hacer que retirarme en busca de quien quiera prestarme su materia para este Pai Velho continuar haciendo caridad en la tierra.
- De los ojos del Pai José se deslizaban dos gruesas lágrimas que mojaban las manos del dirigente y lavaban el corazón del médium.
En este mundo hasta el mismo dolor no tiene otro objetivo, que no sea enseñar. El presente recibido podría haber causado un desastre en la vida de éste médium, si no fuese por la interferencia bondadosa y sabia de su Protector que llevó a cabo el objetivo de despertar la esencia de aquel espíritu en contrapartida al brillo del oro que encendiera en él el deseo de la ambición.
Al desincorporar de su médium, Pai José quedó a su lado viéndolo llorar arrodillado en frente al Congá, arrepentido y agradecido a su Preto Velho, él también lloraba, más ahora era de felicidad, pues tenía la certeza de que continuarían juntos en el trabajo de la caridad.
El mensaje del Preto Velho fue leído por el dirigente a los demás componentes del Terreiro, el reloj fue rifado, recaudándose fondos para las reformas necesarias en el Templo.
Todo ahora estaba en su debido lugar.
Historia contada por Vovó BentaMás información

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